Independientemente de que se trate de celos o de otro pensamiento o sentimiento limitante, una idea útil ante cualquier situación problemática es buscar tu tranquilidad interna.
La montaña rusa de sensaciones, ideas, temores, amenazas, agresiones y el estado de malestar al que llevan los celos,
sólo conducen a amargarte la vida y la de las personas a tu
alrededor.
Nota que decimos personas y no sólo tu pareja, porque habitualmente todos tenemos un entorno afectivo (amigos, familia),
que también son influidos negativamente por las manifestaciones de celos.
Las personas celosas se sienten abrumadas por la situación que
viven y tienden a buscar apoyo entre familiares y amigos, convirtiéndoles en receptores de su dolor y muchas veces en
"cómplices" de sus cruzadas.
Buscar la tranquilidad significa que dejes de buscar fuera de ti
los recursos que necesitas para superar tus celos y te concentres es establecer nuevas pautas de comportamiento, nuevas estrategias que te liberen de tu sinvivir.
Aparte de las sensaciones incómodas, que incluyen diversos estados de ánimo e incluso malestares físicos, los celos se manifiestan por el río de pensamientos constantes que la persona celosa no puede detener.
Son un flujo incesante de ideas, conceptos, imágenes, hasta teorías conspiratorias que adquieren carácter de “reales” y “verdaderos”, muchas veces si haberlos comprobado en hechos concretos y que terminan retroalimentando los celos hasta el punto de considerarlos justificados.
Incluso cuando los celos han sido generados por una situación real, se corre el riesgo de caer en la situación que hemos descrito cuando ya no existen motivos actuales y reales para sentirlos.
Esta secuencia de acontecimientos internos, desencadenan en conflictos recurrentes con la pareja que pueden seguir varias vías:
puede aparecer el sentimiento de culpabilidad por sospechar sin motivos, acusarle injustificadamente de infidelidades y reaccionar
inapropiadamente, seguida de promesas de cambio habitualmente infructuosas, o podemos seguir por la vía del descontrol y la impotencia al no encontrar que hacer con una situación que no sabemos como manejar y que nos está destruyendo.
Cualquiera que sea la situación, pone en evidencia la falta de recursos internos para enfrentar la problemática.
Así que un componente importante para el control de los celos es el control de los pensamientos.
Buscar la tranquilidad pasa por controlar ese río constante de ideas, teorías y justificaciones mentales que sólo le parecen lógicas a la persona celosa.
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